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març 2017 | Sant Feliu de Llobregat

L'entrevista

Ángel Luis Sánchez | Presidente de Creu Roja Sant Feliu

“Sin voluntarios, la Creu Roja no existe”

Tenía tan solo 15 años cuando Ángel Luis Sánchez se presentó en la Creu Roja de Sant Feliu junto a unos amigos para hacerse voluntario. Desde entonces se ha mantenido unido a esta institución sin ánimo de lucro, donde acumula responsabilidades. Y es que Ángel es desde 2005 presidente de la asamblea local de Creu Roja en Sant Feliu. Además, desde hace cuatro años es presidente de las sedes de Esplugues y Sant Just, y está en el comité provincial de Barcelona y en el comité autonómico de Creu Roja. En paralelo, trabaja en una empresa, porque en Creu Roja, a pesar de su intensa dedicación, siempre ha sido voluntario. Apenas le queda tiempo libre, pero no se lamenta, porque sigue estando igual de motivado que el primer día.

La Creu Roja de Sant Feliu acaba de inaugurar local, ¿un gran cambio?

Es un cambio de 360 grados, llevamos desde el año 1975 cambiando de dependencias, y ahora, gracias al Ayuntamiento, estamos definitivamente ubicados en estas nuevas oficinas en el recinto de la piscina de l’Escorxador. Al principio, en 1918, la Creu Roja estaba en la entrada del Ayuntamiento. Después pasamos a la calle de Pi i Margall, y la última ubicación fue en una caseta en las instalaciones de la piscina de l’Escorxador. Ahora seguimos en la piscina pero con unas oficinas que nos permitirán atender mejor a las personas de la ciudad. Además, la nueva sede está adaptada a las personas con discapacidad.

¿Cómo son las instalaciones?

Hay una sala de curas más grande que la que teníamos antes, tres despachos desde los que atender a las personas, un espacio para los servicios preventivos donde está la ambulancia, y un aula de formación.

¿Cuáles son los servicios que Creu Roja realiza en la ciudad?

Junto con los Servicios Sociales municipales llevamos diversos servicios relacionados con temas de infancia, gente mayor, el banco de alimentos, así como ayudas técnicas, servicios preventivos, y además, en verano, la atención en la piscina de l’Escorxador.

Desde Creu Roja también se trabaja desde hace años en la ayuda a las personas refugiadas. ¿Cómo se gestiona este tema?

Sant Feliu es una de las primeras ciudades de Catalunya que ha tenido pisos de refugiados. Y no estamos hablando de ayer o de antes de ayer, sino de hace más de ocho años. Siempre hemos tenido 3 pisos de refugiados, y en cada piso se acoge a 6 personas. Lo cierto es que Sant Feliu es una ciudad pionera en el tema de refugiados.

¿Qué tipo de atención prestáis a las personas refugiadas?

En primer lugar, se las acoge. Unos monitores, junto con el voluntariado de Creu Roja, están de lunes a viernes con estas personas para enseñarles el funcionamiento de la ciudad y el territorio donde ahora van a vivir. Se les explica cómo funciona el transporte, y a través de los Servicios Sociales, se intenta que aprendan castellano y catalán. En definitiva, se les enseña a empezar una nueva vida. A veces es bastante complicado porque sólo hablan el dialecto de su pueblo, ni siquiera el idioma de su país de origen. También hay psicólogos que les atienden porque suelen venir con bastantes problemas.

 

 

¿Cómo os estáis preparando para dar respuesta en caso de que se abran las fronteras?

Desde el Consell Solidari de Sant Feliu, del que formamos parte el Ayuntamiento y diversas entidades y ONG como Creu Roja, se está haciendo una lista de la gente que quiere colaborar, y en función de sus habilidades, se les atribuye una manera de ayudar, ya sea como intermediarios si conocen otras lenguas, o si son maestros para enseñar a leer o escribir, o para tareas de acompañamiento. Hay mucha actividad para hacer.

Se han impulsado campañas independientes de recogida de ropa o comida para las personas refugiadas. ¿Qué decís a quienes quieren ayudar?

No es cuestión de que la gente se ponga por su cuenta a hacer campañas para los refugiados, como ha pasado, porque después llegan con un camión de alimentos y no sabemos cómo mandarlos. La logística es muy importante, antes de hacer cualquier cosa hay que saber cómo se va a gestionar. Las campañas de recogida de alimentos o de ropa para las personas refugiadas que hacemos ahora son para los refugiados que tenemos en la ciudad.

¿Qué otras acciones lleva a cabo Creu Roja?

Cada año por Navidad hacemos la campaña de recogida de juguetes, y durante el año hacemos campañas de recogida de alimentos. Ahora también estamos haciendo una campaña de sensibilización del tema refugiados.

 

¿Qué valoración hace de la trayectoria de la entidad?

Muy positiva, desde que se fundó la Creu Roja hace más de 150 años, el objetivo principal era el tema sanitario, y desde entonces ha ido evolucionando más hacia el ámbito social. La atención a la infancia es un tema muy importante, y a través de nuestras campañas buscamos que ningún niño se quede sin al menos una comida al día. En paralelo, desde Creu Roja nunca hemos dejado de atender emergencias y hacer socorros.

¿Se necesitan voluntarios en Sant Feliu?

Pues sí, ahora mismo aquí somos unas 40 personas voluntarias pero realmente nos hacen falta más. Un voluntario puede ser tanto una persona de 70 años como una de 17 años. Para poder hacer proyectos, se necesita gente. Sin voluntarios, la Creu Roja no existe.

“Sant Feliu

es una ciudad pionera en

el tema de refugiados”