El horror y la barbarie despertaban a todos los ciudadanos y ciudadanas la mañana del 11 de marzo. Las noticias que informaban de la explosión de varios artefactos terroristas en la red de tren de cercanías de Madrid y en la estación de Atocha de Madrid sacudían violentamente la rutina diaria de un jueves que se ha instalado en la memoria colectiva como uno de los días más nefastos y tristes de nuestra historia reciente. Entre los ciudadanos inocentes que perdieron la vida en esa fatídica mañana se en-contraba un vecino de nuestra ciudad, José Gallardo Olmo, un santfeliuense del barrio de Can Calders que recibía el último adiós de familiares y vecinos y el homenaje de diversas autoridades en un funeral realizado en la Parroquia de Sant Llorenç dos días después de la masacre terrorista.

Pese a la insistente lluvia caída en la tarde del sábado 13 de marzo la Parroquia de Sant Llorenç y la Plaça de la Vila congregaron a más de un millar de vecinos que quisieron compartir con su presencia el dolor de la familia de José Gallardo Olmo. Casado y sin hijos, José Gallardo Olmo nació en Sant Feliu de Llobregat el 30 de mayo de 1970. Militar de profesión, actualmente era cabo primero del Memorial número 1 del rey, residía con su esposa en la localidad guadalajareña de Azuqueca de Henares, si bien solía visitar frecuentemente a sus padres y hermanas en el domicilio familiar del barrio de La Falguera de Sant Feliu de Llobregat. En los aledaños de la residencia de los familiares de José Gallardo podían verse en los días posteriores al atentado una multitud de velas encendidas en homenaje a su memoria.

Al funeral de José Gallardo asistieron diversos compañeros de armas del fallecido, así como diversos representantes del Govern de la Generalitat, entre ellos el president Pasqual Maragall, cuatro consellers, autoridades militares y la delegada del gobierno. El consistorio municipal al completo también asistió a los funerales, donde transmitió sus condolencias, en nombre de toda la ciudadanía de Sant Feliu de Llobregat, a los familiares de José Gallardo Olmo. Tras los funerales los restos mortales de la única víctima catalana en los atentados del 11-M recibieron sepultura en el Cementerio Municipal de Sant Feliu de Llobregat.